TRONOS

Según Pseudo Dionisio, el nombre de Tronos es simbólico. “El nombre de los sublimes y más excelsos Tronos indica que están muy por encima de toda deficiencia terrena, como se manifiesta por su ascender hasta las cumbres; que están siempre alejados de cualquier bajeza; que han entrado por completo a vivir para siempre en la presencia de aquel que es el Altísimo realmente; que libres de toda pasión y cuidados materiales están siempre listos para recibir la visita de la Deidad; que son portadores de Dios y están prontos como los sirvientes para acogerle a Él y sus dones”.

 

Representan seres celestiales de altísima frecuencia que determinan la emanación del ser humano cuando se entrega a Dios en contemplación, amor y devoción; no participan en los conflictos humanos.

 

Para Santo Tomás, los Tronos significan poder judicial. Los Serafines emanan el pensamiento de amor de Dios en la sustancia primordial, los Querubines plasman su vibración de sabiduría divina, que es el deseo de Dios y los Tronos materializan la sustancia que forma el mundo donde Dios manifiesta su Obra. Según Rudolf Steiner, los Ophanim proveen la materia como base para nuestra existencia material.

 

Comprender la vibración de las jerarquías angélicas es muy difícil, por no decir imposible y se presta a muchas ambigüedades, pero los “Tronos” son los que mayor confusión suscitan, ya que algunos autores los describen como Querubines y otros como si se tratase de las ruedas de la carroza de Dios, pero como en la información sobre los Ángeles también hay mucha simbología encerrada y discordancia en la interpretación de la misma por los rabinos cabalistas, se dice que los Querubines son los conductores de la carroza de Dios y los Ofanim la carroza. Las ruedas que soportan el Trono representan los planetas que orbitan alrededor del Sol y la carroza representa todo el sistema solar.

Información del libro de Lucy Aspra “Manual de los Ángeles Vol. 1 Di sí a los ángeles y sé completamente feliz.