ARCÁNGEL URIEL

Según Enoc, es el regente de la Luna, y así lo expresan 78:5: “Cuando (la luna) está llena, presenta la cara de un hombre. Así es como me lo ha dado a conocer Uriel, el Gran Ángel que la rige”. De acuerdo al Apocalipsis de Esdras, es el Ángel que le interpreta sus visiones; le da los misterios del fin del mundo venidero. El Ángel que había sido enviado hacia mí y que se llamaba Uriel respondió: “¿No estaría extrañado tu espíritu de poseer el designio de la majestad del Altísimo?… He sido enviado para mostrarte tres caminos y proponerte tres palabras.” II:1-3.

 

Se le considera el Ángel de la Revelación precisamente por estas revelaciones a Enoc y a Esdras. Se dice que le enseño la Kabala a Esdras.

 

Es considerado el Ángel del mes de septiembre y del signo zodiacal: Libra. Se le relaciona también con Oriente, la fuerza sefirotica de la columna central Tiferet, aunque como Arcángel de este Sefiroth aparece Miguel y a veces Rafael. Se le relaciona también con el planeta Venus. De las 12 tribus de Israel, se le identifica con Juda, quien a la vez es representado por el Sol, regente del signo de Leo.

 

Entre los musulmanes se le conoce como Israfil, el Ángel de la Justicia que en el día del Juicio Final tocará la trompeta para despertar a los muertos. También lo considera el Ángel de la Música y lo describen como ser excesivamente alto y bellísimo, con 4 alas cubiertas de bocas que continuamente alaban a Dios. Añaden que con su aliento, Dios ha creado cientos de miles de otros Ángeles que forman parte de los coros celestiales.

 

Se le identifica como uno de los Ángeles que sepultaron a Adán y a Abel en el Paraíso; como el Ángel que sacó a Abraham de Ur; como el vencedor del ejército de Sennacherib; como el Ángel que previno del diluvio a Noe; como el regente del Verano y el Sol; labores todas acreditadas también a otros Arcángeles.

 

Es uno de los Ángeles ante el trono de Dios. Es quien, con gran presencia kármica, en puntos específicos muy bien trazados y definidos en nuestro planeta, determina los fenómenos naturales cuya acción debilita la energía densamente concentrada en dichas zonas.

 

Su labor aquí consiste en permitir el desalojo de contaminantes mentales, astrales y físicos que al emanar de los habitantes de un lugar producen una excesiva compactación de energías perniciosas.
Es debido a esto que se le considera presidiendo sobre las lluvias, los truenos, el viento, las erupciones volcánicas, terremotos, inundaciones, desprendimientos de tierra, etc.

 

Nada acontece en el planeta que no esté contemplado dentro del Plan de Dios, y los sucesos que percibimos como tragedias, es lo que resulta de purificar las energías densas provenientes de los mismos seres humanos.

 

La actividad volcánica se debe a la presión del fuego central de Kundalini hacia la superficie de la Tierra venciendo a su paso las distintas capas geológicas, fundiendo con su salida toda clase de minerales y dando lugar a una gran concentración de gases que crean las vías de acceso a la superficie en los puntos perfectamente señalados.

 

Esta salida forma los cráteres que son los puntos naturales para la liberación del fuego central de nuestro planeta. El Kundalini es una enorme esfera de fuego en el centro interno del planeta de la que depende la vida física de nuestro mundo.

 

Es como el corazón físico planetario, y los conductos por donde sale la a la superficie son como la circulación de la sangre de los organismos de los seres humanos y animales.